Debido al estancamiento de sus aguas, los comuneros de la parroquia José Luis Tamayo emprendieron el relleno de albarradas prehispánicas.Según la Subsecretaría del Litoral (respaldada por la Ley de Patrimonio Cultural), estas iniciativas deben ser sancionadas.

Por su parte, el alcalde de Salinas ordenó el paralizamiento de estos rellenos, a cambio del implemento de un programa turístico de rehabilitación. No obstante, los comuneros destacan que la realización de esta propuesta está en espera desde el 2006.

Este caso es un ejemplo más de los problemas de manejo del patrimonio arqueológico en la provincia.