El Colegio de Antropologos, Arqueologos y Linguistas de Pichincha (CALP) da la bienvenida a la nueva asociación gremial que se crea para defender el patrimonio arqueológico, mediante un organo colegiado que ayude a regular las actividades de los arqueológos del país. La unión hace la fuerza, ya es hora de que los profesionales de la arqueología asuman sus responsabilidades y presenten su colaboración corporativa para hacer de esta práctica una actividad digna.
En el mundo de la arqueología contractual las firmas de responsabilidad se negocian facilmente ante la vista esquiva de los contratantes. Todos conocen el contubernio, pero hasta ahora no habían mecanismos de control para frenar las irregularidades que han hecho tanto daño al patrimonio del país.

Todos los colegas nos felicitamos por la concretización de un viejo anhelo, está en nuestras manos darle vida y dotarle de personalidad al nuevo colegio.
En Horabuena.

Francisco Valdez
Presidente del Colegio de Antropólogos, Arqueólogos y Linguistas de Pichincha.