El robo de la custodia de Riobamba en el 2007 y el subsiguiente Decreto Presidencial de Emergencia Cultural dieron inicio a una serie de iniciativas que desde aquel entonces apuntaron, entre otros ejes, a incrementar la seguridad de los bienes patrimoniales en el Ecuador.

Así, durante el último año, 23,7 millones de dólares han sido invertidos en materiales de protección y restauración de 390 bienes. Se tenía también prevista la creación de una Policía Patrimonial, conformada por miembros de la Policía Nacional capacitados en temas culturales, quienes trabajarían junto al Ministerio de Relaciones Exteriores y la Fiscalía. No obstante, debido al cambio de Ministro de Gobierno, la conformación de esta unidad -que contará con 30 miembros en vez de los 200 previstos inicialmente- se encuentra paralizada por el momento. Las primeras tareas de esta Policía Patrimonal (cuyo personal, se espera, irá incrementándose) se ubicarán esencialmente en zonas claves para el tráfico de piezas (aeropuertos y fronteras principalmente).

Olga Wolf, directora de la Unidad de Gestión Patrimonial, señaló que ésta dejará de funcionar una vez invertida la cantidad total otorgada por el Ministerio de Finanzas (33,6 millones de dólares). A partir de ese momento, cada proyecto iniciado deberá buscar sus propias fuentes de financiamiento. El INPC seguirá con el inventario de bienes, a partir de los datos dejados por la Unidad, para lo cual cuenta desde ya con un presupuesto de 1 700 mil dólares.