La Circasiana fue la primera mansión de la urbe Imprimir
Escrito por Gaëtan Juillard   
Domingo, 18 de Febrero de 2007 02:00
En los terrenos adquiridos a la comunidad indígena de Santa Clara de San Millán, en 1898, Manuel Jijón Larrea levantó la primera mansión de Quito: La Circasiana.

Aunque inicialmente se construyó como casa de campo (quinta San Millán), un cambio arquitectónico la convirtió en la primera mansión neoclásica de la urbe.

Los datos históricos señalan que la edificación fue reformada por Francisco Schmidt, el arquitecto alemán que también dirigió la construcción del Teatro Sucre, en el Centro Histórico.

La segunda etapa constructiva se inició en 1920 y tomó 21 años. Las ampliaciones y readecuaciones lograron dos salones sociales (el de Los Escudos y el del Artesonado) y la segunda planta, que ahora está convertida en un museo con objetos invaluables, decomisados al tráfico ilegal de obras patrimoniales.

Según Fernando Espinosa, restaurador del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), institución que ocupa la casa desde 1991, Circasiana fue un nombre divulgado por la esposa de Jijón Larrea. “La historia dice que su intención era aludir a Circasia, un poblado de Rusia de donde provienen las mujeres más bellas del mundo”, refiere el especialista.

El restaurador estuvo a cargo de recuperar, entre otros bienes, el latón francés que cubre los cielos rasos de las habitaciones de la planta baja y los murales, pintados en las paredes de bloque antiguo por artistas renombrados como Joaquín Pinto y Juan Manosalvas.

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Última actualización el Jueves, 17 de Septiembre de 2009 08:20